sábado, 24 de septiembre de 2011

Conversaciones con el egoísmo

“Egoísta es aquel que se interesa más en él mismo que en mi.” (Ambrose Bierce (1842-1914). Escritor estadounidense.)

“El único egoismo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.” (Jacinto Benavente (1866-1954) Dramaturgo español.)


Tres amigos se reúnen en un bar para charlar, contar lo suyo, saber del otro, pero sobre todo contar lo suyo:

Ramón-  Hombreee!! Cuanto tiempo sin veros, que alegría…
Susana- Que tal, Ramón? Si hacia tiempo si…. te veo muy bien, ¿estas más delgado?
Marcos- Ven aquí tunante!  Deja que te de un abrazo… Pong! Pong! Pong!
Ramón-  Os veo muy bien también, tú estas muy guapa… 
Susana-  Graciassss, una que se cuida!
Marcos- Y qué! Que te cuentassss! El trabajo bien?
Ramón-  Pues si, aun sigo ahí, y en los tiempos que corren…. es una suerteeeee!
Susana- Ya lo puedes decir ya, cada vez hay mas paro, y menos trabajo, no se adonde vamos a llegar…
Marcos- Y el poco que hay nos lo tenemos que repartir con los inmigrantes, como si sobrara…
Ramón-  Si, la verdad es que está todo fatal, es un problema gordo.
Susana- Si, además los inmigrantes tienen más derechos que los de aquí, es indignante.
Marcos- Tendrían que mandarlos a todos de vuelta a su país!!
Ramón-  Pero como podéis decir eso?  Si en sus países se mueren de hambre…por eso vienen aquí.
Susana-  Si, claro. Por eso llevan Levi’s y Nike’s.
Marcos- No hay trabajo para todos, aquí no los queremos!
Ramón- A ver, Marcos. Es cierto que es un problema muy grande, pero ellos no tienen culpa de que no haya trabajo. Y ellos están aquí dejando a sus familias en sus países porque allí se morían…
Susana- Y en el colegio sus niños lo tienen todo pagado, y a mi me cobran todas las excursiones a precio de oro.
Marcos- Que me tenga yo que ver así por la culpa de ellos…
Ramón-  Pero Marcos, ¿por qué piensas así? Hay muy poco trabajo, pero la culpa es el trabajo, no los trabajadores.
Susana- Que no, que no! Que ya se pueden volver por donde han venido.
Marcos- Si no hubiera tantos, tendríamos trabajo.
Ramón-  Pero Marcos, ¿no eres tú también inmigrante, hijo de inmigrante? ¿No tuvieron tus padres que trasladarse aquí para ganarse la vida?
Susana- Y además huelen mal, no se lavan, están sentados en los bancos de la plaza sin hacer nada...no me gusta pasar por allí!
Marcos- Eso, eso, además hay muchos que no tienen trabajo y ahí están sin hacer nada y molestando!!que se vayan!!
Ramón- Que no se pueden ir a ningún sitio! Que si pudieran ya se hubieran ido! Que están aquí sin familia!  ¿Tú conoces o tienes algún amigo que sea inmigrante?
Susana- ¿Y por qué tengo yo que pagar el colegio de mi niño y del suyo también? ¿Por qué?
Marcos-  No, ni quiero.
Ramón-  Susana, tú no pagas el colegio de ningún niño más que el tuyo. Otra cosa es que a ellos no les cobren tanto porque tienen menos dinero.
Susana- Pues explícamelo porque no lo entiendo! Según mis cuentas el dineral que me cobran a mi es lo que ellos dejan de pagar.
Marcos- Pues claro que les pagas el colegio!  Viven a costa de nosotros!
Ramón-  Chicos, que el problema no son ellos. El problema es el reparto de los recursos que hace el gobierno, que no hay dinero, y es que lo tienen que hacer así.
Susana- No me convences! Si se fueran para su casa, no habría este problema.
Marcos- Los políticos tendrían que echarlos pero no tienen cojones! Yo los sacaba y los dejaba en la puerta.
Ramón-  Que noooo se vannnn a ir a ningunnnn sitio!!! Poooorque no tienen donde ir….!!!!!
Susana- ¿Y tú porque los defiendes?
Marcos- Claro, como a él el trabajo todavía le va bien!!
Ramón- Pues no, no es porque tenga trabajo, es porque es así, es el reparto de la riqueza lo que no funciona, pero vosotros estáis empeñados en que el problema es la inmigración.
Susana- ¡!Como se nota que no tienes hijos!! Si tuvieras que llevarlos a un colegio donde ya casi todos son inmigrantes no dirías eso!
Marcos- Nada, que se vayan, que no los necesitamos!
Ramón-  Creo que lo sacáis todo de quicio! El problema para llegar a final de mes existe, pero que no es culpa de ellos, carajo! Que es la distribución de los bienes que gestiona la clase política. Vuestro problema es que no os llega el dinero, no es otro, ¿o sois racistas?
Susana- Yo no soy racista, ni me falta dinero, pero no quiero pagar lo de los demás, y ellos tienen derechos que los españoles no tienen.
Marcos- Yo si soy racista, antes no lo era, pero no me gustan, mi padre era inmigrante pero español.
Ramón-  Uf! A ver, ¿conocéis a algún inmigrante de los que habláis personalmente?
Susana- No, ni falta que me hace!
Marcos- Ya te he dicho que no, ¿y eso que cambiaria?
Ramón-  Los que emigran son gente con problemas, yo tengo algunos amigos inmigrantes. Son gente que o bien no tienen dinero para sobrevivir, o huyen de su familia por malos tratos, homosexualidad, o vinieron a estudiar, y prefieren malvivir aquí que volver a sus países de origen donde no tienen ya nada de nada. La crisis está por todas partes, nos tendremos que ir todos a Noruega! Nadie puede volver a ninguna parte!
Susana- No es mi problema lo que hagan!    
Marcos- Aquí solo están para robar, nos quitan el trabajo, el dinero, te desvalijan el piso, y cosas así.
Ramón-  Yo creo que roba más el gobierno que un muerto de hambre. El gobierno, los empresarios, los accionistas hijos de papá tirados a la bartola, aquí el único que roba es el que tiene mucho dinero, ¿cómo sino iba a tenerlo?
Susana- De verdad que no te entiendo Ramón, no sé como puedes defenderlos!
Marcos- Si, la verdad que aquí todo el mundo roba menos nosotros… estamos apañaos!
Ramón-  No digo que no haya muchos que son delincuentes, pero como de los otros, habrá entre ellos quien robe y quien no, pero creo que siempre es por necesidad, uno no roba porque sí, o es necesidad o estás muy mal de la azotea!
Susana- Ya no puedes ir tranquila por la calle, hay algunos que miran de una manera que espanta!
Marcos- No sé si mejor cambiamos de tema, no tengo ganas de seguir hablando de lo mismo.
Ramón-  Yo creo que la gente que roba se expone a pasar vergüenza, a hacer el ridículo, a ser ninguneado, pierde su dignidad, si lo hacen, es supervivencia, o está fatal de la cabeza, ha tenido una niñez muy difícil y no sabe lo que hace, está enfermo.
Susana- Sí, claro, ahora resulta que es que está enfermo, vamos hombre!!
Marcos- Ramón, tu donde has estado todo este tiempo? Que te has hecho budista o algo así?
Ramón-  He estudiado psicología, pero aquí, no he tenido que ir a la India ni China.
Susana- Estas más raro de lo normal!
Marcos- Pues te han hecho un lavado de cerebro o algo, tío!
Ramón-  No, sólo he aprendido que la gente hace las cosas que están mal porque tiene algún problema grave, y robar, cabrearse o esconderse, pues son cosas que pasan, y mucho mas a los inmigrantes, que la mayoría tienen unas condiciones muy duras, aquí, y allí de donde vinieran.
Susana- Que no se puede hablar contigo…  Que no sé…
Marcos- Te vas a tener que tomar alguna pastilla para esto que te pasa. Te voy a decir yo lo que son condiciones duras, me gustaría que tuvieras que verte como yo, divorciado, cornudo, con dos niños, pasando la pensión y con un contrato de trabajo de mierda!
Ramón-  No te enfades amigo mío, yo no digo que tú no estés mal, digo que cada uno tiene lo suyo.
Susana- Pues que se vayan con lo suyo a otra parte!
Marcos- Vamos a dejar el temita ya eh! Que me sacas de mis casillas!
Ramón-  Está bien, no solucionamos nada, y sólo os estáis enfadando.
Susana- Si…. Y bueno… tu mujer que tal?
Marcos- Voy a pedir algo más.. ¿Queréis otra cerveza?
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¿Quién tendrá razón de los tres? Pues como suele pasar, los tres tienen razón. El único problema es que Marcos vive una parte del problema, Susana vive otra parte, y Ramón otra. Susana desde su punto de vista tiene razón, ella paga mucho para el colegio de sus hijos, los inmigrantes no. Marcos tiene un trabajo de mierda, y sabe que antes de la inmigración extranjera eso no era así. Y Ramón quiere quitar hierro al tema, porque ve que el problema real es la distribución de la riqueza, sabe con certeza que echar a la mayoría de los inmigrantes es un acto horrible, y que la única lucha posible es unirse toda la clase obrera, autóctonos y foráneos, y empezar una vaga indefinida, hasta que el gobierno reconozca los problemas y realice el trabajo de gestión para el cual fue constituido, ya que riquezas hay de sobras. Y ciertamente hoy parece una utopía, pero es la realidad de mañana, pues sea más o menos difícil, es la única salida.

¿Y por qué egoísmo? Egoísmo es supervivencia. Igual que un niño es egoísta por naturaleza, lo toca todo, lo rompe todo, esto me sirve, esto no me sirve, explora y aprende, y su mundo acaba en papá y mamá. Un adulto egoísta lo dice todo, lo estropea todo, esto me sirve, esto no me sirve, también explora y aprende, y su mundo acaba en los límites de su familia y amigos, y lo demás ¿no importa? Yo creo que si le importa pero no lo ve, como el niño que no entiende el mundo de los mayores, lo mismo. El adulto egoísta no entiende el mundo de los grandes, y aunque lo entrevea, igualmente sólo sobrevive, y por ignorancia, o por cobardía, o porque es lo fácil, inconscientemente arremete contra el débil, cuando el verdadero valor está en enfrentarse al fuerte y defender al débil. Y ahí estamos todos, todos somos algo egoístas, y llegamos hasta donde podemos, y no hay por qué juzgar, pues cada uno está en su circunstancia, ¡y ya los palos de la vida nos van enseñando a cada uno!

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