domingo, 5 de diciembre de 2010

Los cuatro acuerdos


No hace mucho leí este libro titulado “Los cuatro acuerdos” que cayó en mis manos por casualidad. Escrito por el doctor Miguel Ruiz, cirujano de profesión. Nació en el México rural y es descendiente de la raza tolteca. Su libro dice ser una guía práctica para la libertad personal y en él describe de una manera sencilla cómo conseguir la felicidad y el amor que existen latentes dentro de todos nosotros. Lo que relata es el conocimiento tolteca que desde siempre se ha ido transmitiendo en esa sociedad, de padres a hijos, y cuyo conocimiento surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo.


Su libro habla del comportamiento humano y de cómo las reglas de los hombres marcan tan ferozmente a una persona. Su libro está lleno de frases que considero auténticas perlas. Explica que cada palabra que pronunciamos tiene mucha fuerza y es una especie de acuerdo que hacemos. Por ejemplo, dice lo siguiente: “Tú no escogiste tu lengua, ni tu religión ni tus valores morales: ya estaban ahí antes de que nacieras. Nunca tuvimos la oportunidad de elegir qué creer y qué no creer. Nunca escogimos ni el más insignificante de estos acuerdos. Ni siquiera elegimos nuestro propio nombre”.


Explica que los acuerdos existentes son las creencias que nos controlan y son tan poderosas que la vida es una lucha contra nosotros mismos, para poder trascender esas limitaciones. En un momento de su libro dice: “Por este motivo, necesitamos una gran valentía para desafiar nuestras propias creencias; porque, aunque sepamos que no las escogimos, tambien es cierto que las aceptamos. El acuerdo es tan fuerte, que incluso cuando sabemos que el concepto es erróneo, sentimos la culpa, el reproche y la vergüenza que aparecen cuando actuamos en contra de esas reglas”. Explica mas adelante que en cada uno de nosotros existe una parte que funciona como Juez y otra que funciona como Víctima, el Juez quiere mantener las normas a la vez que la Víctima quiere trascenderlas, y eso da origen a todo tipo de emociones que podemos sentir.


Lo que a mi me gusta más del libro, no es la explicacion de las pautas del comportamiento humano, que tambien, sino la introducción que hace al porqué los hombres están cegados por esas creencias o acuerdos, y no pueden ver la justicia y belleza que verdaderamente existe en el mundo. Dice así: “No vemos la verdad porque estamos ciegos. Lo que nos ciega son todas esas falsas creencias que tenemos en la mente. Necesitamos sentir que tenemos razón y que los demás están equivocados. Confiamos en lo que creemos, y nuestras creencias nos invitan a sufrir. Es como si viviésemos en medio de una bruma que nos impide ver más allá de nuestras propias narices. Vivimos en una bruma que ni tan siquiera es real. Es un sueño, nuestro sueño personal de la vida: lo que creemos, todos los conceptos que tenemos sobre lo que somos, todos los acuerdos a los que hemos llegado con los demás, con nosotros mismos e incluso con Dios.” “Toda nuestra mente es una bruma que los toltecas llamaron mitote. Nuestra mente es un sueño en el que miles de personas hablan a la vez y nadie comprende a nadie. Esta es la condicioón de la mente humana: un gran mitote, y así es imposible ver lo que realmente somos. En la India lo llaman maya, que significa- ilusion-. Es nuestro concepto de -Yo soy-. Todo lo que creemos sobre nosotros mismos y el mundo, todos los conceptos y programas que tenemos en la mente, todo eso es el mitote. Nos resulta imposible ver quienes somos verdaderamente; nos resulta imposible ver que no somos libres”.


Despues de explicar a continuacion como siente el ser humano, propone cuatro acuerdos con los que sí podemos trascender nuestras limitaciones, al menos resolver en gran medida. (Para comprenderlas bien mejor leer el libro):
- Primer acuerdo: Sé impecable con tus palabras.
- Segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente
- Tercer acuerdo: No hagas suposiciones
- Cuarto acuerdo: Haz siempre lo máximo que puedas.


Mi conclusion personal es que esto tiene demasiado sentido, ya son demasiadas “teorias” las que hablan de la mente como una ilusion: El hinduismo, los toltecas. Si parto de la idea de que la neurosis de una persona y cualquier otra enfermedad mental es debido a no comprender debidamente la realidad, por qué no aplicar el mismo procedimiento a un nivel más profundo. Podriamos decir que Neo de la pelicula de Matrix deja de ser neurótico cuando “escapa” de su ilusion. Sí, ya sé que es una pelicula, pero el Dr. Miguel Ruiz en su libro lo que propone es que escapemos de la bruma de nuestro sueño ilusorio y eso en verdad es dejar caer todas las mascaras que utilizamos para vivir, encontrando por ello, paz, felicidad y amor.

3 comentarios:

  1. Sabias palabras:

    Sé impecable con tus palabras -> piensa
    No te tomes nada personalmente -> controla el ego
    No hagas suposiciones -> escucha y entiende
    Haz siempre lo máximo que puedas -> pasa a la acción.

    No podría estar más de acuerdo.

    Por otra parte siempre me ha llamado la atención el como estas sociedades precolombinas son idealizadas por muchos autores. En realidad estas sociedades no tenían nada que envidiarle en cuanto a neurosis colectiva y crueldad a las modernas sociedades industriales.

    Eran sociedades extremadamente jerarquizadas, básicamente eran unas dictaduras teocráticas en eterna guerra las unas contra las otras. Utilizaban todo tipo de "terror de estado" y manipulación religiosa para mantener controlada a la población, llegando hasta el paroxismo con los sacrificios humanos. Vamos, que los reyes absolutistas y la Iglesia Católica son unos niños inocentes comparados con estos.

    Tuvieron el mismo final que todas las civilizaciones neuróticas: agotamiento de recursos y desaparición o conquista a manos de otras civilizaciones aun más violentas y con mejores armas. El imperio Azteca fue conquistado por 60 hombres, el Inca: otro tanto, los Mayas desaparecieron por agotamiento de tierras.

    Un saludo

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  2. Excelente post y un libro anotado para lectura; gracias.

    ¡Y mucho ánimo con tu blog!

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  3. Lo cierto es que es verdaderamente extraño el comportamiento de esas civilizaciones precolombinas. Tanta sangre y sacrificios humanos deben tener una razón de ser. Se puede entender una pena de muerte de tal calado como castigo para quienes lo merecieran, pero en el caso de niños y vírgenes, no hay mucha explicación, salvo que el castigo fuera para los padres.

    Hay mucho que rascar. Por lo poco que he leído, los toltecas estuvieron antes que los mayas, y éstos antes que los aztecas, y todos en la misma zona, en el México de ahora. Los más sanguinarios fueron los aztecas. Habría que entender bien como es posible que fueran derrotados por 60 hombres, por muchos trabucos que llevaran éstos.

    Aún con todo eran civilizaciones muy avanzadas, con muchos conocimientos de todo tipo.

    Saludos.

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