viernes, 6 de julio de 2012
Conversaciones con el prestigio
- Ring! Ring! Ring!
- ¿Hola? ¿Isabel?
- ¡Cummmmpleaaaaañossss Feeeelizzzzz! ¡Cummmmpleaaaaañossss Feeeelizzzzz! Te deseeeeo Pa-qui-ta ¡Cumpleaaaños Feeelizzz!
- Gracias, muchas gracias, ¡Eres la primera en felicitarme!
- ¡Ah, que bien!
- ¿Y como estás Isabel?
- ¡Pues muy bien! Preparando las vacaciones.
- Ah! ¿Y donde te vas este año?
- Nos vamos a la India.
- ¡¿Qué me dices?! ¿La India? ¿Y ya sabes donde vas?
- Claro! A la India, ya te lo he dicho.
- ¿Pero como te atreves a ir a un sitio así? ¿Allí hay mucha pobreza?
- Es un viaje organizado, además a mi no me hace nada. Sabes que me gusta visitar países exóticos, y en todos hay mucha pobreza. Les llevo regalos a los niños, lo que no les doy es dinero.
- ¿Y por qué dinero no?
- Porque el dinero lo gastan en drogas.
- ¿Pero chica, y como te vas a esos sitios en plena crisis?
- Porque la crisis no es para todos, yo sigo trabajando como siempre he hecho, y el trabajo no me falta.
- Ya sé. Tú absorbes siempre todo el trabajo que aparece, eres la más, parecía que te alegrabas de que me jubilase porque tendrías mas trabajo todavía. No sé como lo haces para no stresarte.
- En realidad yo me streso cuando no tengo trabajo.
- Si, vas un poco al revés de todo el mundo. No conozco a nadie más que no pudiendo hacer todo el trabajo además se preocupe de las loterías de navidad, y de los regalos cuando alguien cumple años. ¡De verdad que no se como lo haces!
- Yo que se. A mi me gusta ocuparme de esas cosillas.
- Ya, pero delega un poco. ¿Qué necesidad tienes de sobrecargarte?
- No, no es así…..Lo hago porque me gusta.
- Si, si es así. Trabajas que no puedes más, te ocupas de todo cuando hay más gente, todo lo quieres hacer tú.
- Bueno…si, es verdad.
- ¿¡Te has preguntado si es que no sabes decir que no!?
- Si algo no quisiera hacerlo lo diría sin problemas.
- ¿Seguro? ¿Y que sacas con trabajar como una “burra”?
- No sé adonde quieres llegar a parar…
- Piensalo! Podrías relajarte y trabajar normal como los demás, pero por alguna razón tienes que destacar, te apasiona destacar. Me parece que sin darte casi cuenta te encuentras demostrando ser quien mas trabaja y a la vez la mejor amiga.
- No sé. ¿Será porque me gusta, no?
- Pues no sé, ¿gustar gustar….? Te repito que no conozco a nadie que se desviva por trabajar tanto para los demás a cambio de lo mismo. Sino lo haces por dinero será que lo haces por quedar bien…y sabes que difícilmente te van a dar las gracias, así que ya me dirás.
- Oye, que yo te llamaba para felicitarte el cumpleaños, ¡menuda vara me estas dando!
- Ya! Bueno… es que resulta que mi hija la pequeña se ha quedado en el paro, y es igual que tú, se desvivía por su trabajo, hacia más horas que un reloj, y ahora a la calle con una mano delante y otra detrás.
- Vaya, lo siento!
- Yo le decía que no valía la pena dejarse la salud, pero ella no me escuchaba, decía que “quien algo quiere algo le cuesta”, y dime tú si ha conseguido algo.
- Habrá aprendido muchas cosas! Que en balde no ha sido!
- No sé, es que yo la veía muy ilusionada, y se ha llevado un buen chasco.
- Seguro que le sale alguna otra cosa mujer, que tu niña vale mucho!
- Dios lo quiera! Yo solo sé que nos matamos a trabajar y por el trato que nos dan no nos compensa, y no me refiero a cobrar poco, sino a trabajar a destajo, a que te traten mal, como si no fuéramos personas, y después si te he visto no me acuerdo.
- La verdad es que eso es cierto, nos tratan como si fuésemos números y somos personas de carne y hueso.
- ¿Tú crees que trabajamos mucho por miedo a que nos echen? ¿O crees que es para cada uno personalmente sentirse que es bueno en lo que hace?
- Pues….me parece….que las dos cosas, unos trabajan…mucho no, sino un poco para que no los echen….y otros….mucho….para comprobar que somos buenos.
- Ah! Pues, ya está! Esa es la respuesta. Los que os matáis a trabajar lo hacéis por el propio orgullo, por el prestigio y la necesidad de reconocimiento, no puede ser otra cosa.
- Quizás tengas razón! Bueno, un beso, te dejo que tengo trabajo.
- Igualmente, un beso. Gracias por llamar guapa, ya nos veremos!
El prestigio es algo que busca quien puede, y además quien lo necesita. Es sinónimo de demostrarse uno a sí mismo que es bueno, o mejor, muy bueno. Podría uno creerse que el prestigio lo otorga la mejor de las virtudes, la bondad, sin embargo no es así. La bondad otorga la humildad, y la humildad no es amiga del prestigio. Y el prestigio no es fruto de ser bueno, sino de ser ducho o experto en algo, es bien distinto. El prestigio no es más que una gran necesidad de reconocimiento, y la suma de tres valores: orgullo, vanidad y soberbia. Una vez trascendida esa necesidad que tenemos de demostrar lo que valemos, aparece la modestia.
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