miércoles, 2 de marzo de 2011

Conversaciones con la soberbia

"La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano." (San Agustín)

“Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría.” (Salomón)

“Ten compasión del soberbio. Quizá lo que hincha su pecho no es soberbia, sino angustia.” (Constancio C. Vigil)

-          ¡Pascual, tráeme esos informes que te pedí!
-          Sí, ahora mismo, están saliendo por la impresora.
-          ¡Veamos! ¿Qué son estos pedidos sin servir? ¿No dije yo que había que enviarlos?
-          Sí pero….ha habido una dificultad, no han estado acabados a tiempo.
-          ¿Quién era el responsable de la producción? No acepto la explicación que me das.
-          Llamaré y preguntaré qué ha pasado.
-          ¡! Averigua cuál ha sido el problema!! ¡Quiero una explicación convincente! ¡No quiero escuchar historias de mal pagador!
-          Sí, ahora mismo.
-          ¡No te vayas! Llama a informática y dile al técnico que suba, es urgente.
-          …. He hablado con el responsable, me ha dicho que ayer tenía falta de personal.
-          ¡Dile al responsable que lo quiero ver en mi despacho ahora! ¡Eso es inadmisible!
-          Hola Pascual  (El encargado de producción).
-          Hola Antonio, aviso al jefe que estás aquí a ver si no te hace esperar mucho.
-          ….¡! Dile que pase!!  (El jefe)
-          Buenos días. ¿Querías verme?
-          ¡Siéntate y ponte cómodo!
-          Tú dirás.
-          Vamos a ver.. Me han informado que tenemos problemas en la producción, antes que digas nada quiero que sepas que no acepto esta clase de incidencias, que aquí estamos para servir al cliente, que no tenemos que olvidar que nos debemos a él, cualquier impedimento quiero que me sea trasladado enseguida, no es lógico que tenga que andar yo detrás de todo, y ahora sigue con tu trabajo, tengo que preparar una reunión importante.
-          ¡Vale! Me voy entonces.
-          Recuerda todo lo que te he dicho.
-          OK. De todos modos… la cuestión es que… me falta un poco de personal.
-          ¡Que parte no has entendido de todo lo que ya te he dicho!
-          No, si, lo he entendido, pero…
-          No quiero oírte replicar, las instrucciones están claras, cumple los plazos, tus veras como resuelves las cosillas del día a día, depende de ti, yo deposito mi confianza en ti, y ahora, vete y preferiría no tener noticias tuyas, tú ya me entiendes.
-          Mmm. Entendido, me marcho.
-          Si ves al técnico de informática dile que quiero verlo, gracias.
-          (Pascual el secretario)  ¿Qué tal Antonio como ha ido?
-          Como siempre, ….No escucha o no quiere escuchar, te echa el sermón y nada más.
-          Bueno, ya sabes como es. Si no le llevas la contraria te deja tranquilo, y si no te amarga.
-          Ya lo sé, pero yo no puedo resolver los problemas que tengo en planta, y tampoco sé si el amigo los comprende. A veces creo que no entiende, se limita a dar órdenes muchas veces sin sentido.
-          Vamos, vete. Como salga y nos encuentre hablando aún nos va a montar otro pollo.
-          (El jefe sale y los engancha)  ¡Qué hacéis aquí parados! ¡Acaso no tenéis trabajo!
-          (Antonio) Claro que si! Le comentaba a Pascual…que…pues que…nada…no le decía nada.
-          Desembucha hombre! ¿Hay algún otro problema?
-          Si, siento decir que el problema es que….si, que…
-          Antonio, vuelve al trabajo, cuando sepas lo que quieres decir llama a Pascual y me concertáis una cita, no tengo tiempo para perder.
-          Si. Gracias. Hasta luego.
-          (Antonio se marcha y Pascual le dice al jefe)  Francisco, me parece que Antonio quería decir …mmm…
-          Tú también! ¿Pero que os ocurre? ¿Por qué os cuesta tanto hablar?
-          ¿De verdad quieres saberlo?....!No es fácil de explicar!....
-          Ya he dicho que tengo muchas cosas que hacer para escuchar monsergas, espero que sea importante lo que tienes que decir!
-          Lo es. Bueno, allá voy. Que no nos atrevemos a hablar porque tienes muy mal carácter y te enfadas…  Ya lo he dicho!
-          ¿Qué? ¡Será posible! ¿Desde cuando tengo yo mal carácter? Yo dirijo esta empresa y para ello hace falta mano dura y convicción, esto no es un patio de colegio. ¡Cómo te atreves!
-          Lo siento pero no lo pienso yo solo, todo el mundo lo piensa.
-          ¡Pero que estas diciendo! ¿Acaso tengo yo aquí trabajando a toda una panda de insolentes? De ti no esperaba esto Pascual!
-          ¿Estoy despedido?
-          Eh!...No sé. Déjame pensar. ¿Es cierto que tengo mal carácter?
-          No, no es tanto… a lo mejor he exagerado…
-          Yo considero que soy una persona responsable, tenaz, decidida y seria, ¿Dónde esta el problema?
-          Con tu permiso.. y porque lo preguntas.. Eres todo lo que dices, pero también crítico, desconfiado, insensible y si me apuras egoísta, nunca escuchas a nadie.
-          De veras!?
-          Me parece que no quieres escuchar porque tienes miedo de que alguien sepa más que tú, en tu fuero interno no puedes aceptar no tener razón en todo.
-          Pascual, no sigas!
-          Perdóname por decirte estas cosas..
-          No, Pascual. Te agradezco mucho tus palabras sinceras, yo no era consciente de todo esto, pero creo que estás en lo cierto. De todos modos para llevar esta empresa quizá deba continuar siendo así, aunque pensaré en ello.
-          ¿Entonces?
      -     Entonces…..ya te despediré otro día, de momento te quiero conmigo.

2 comentarios:

  1. "Entonces ya te despediré otro dia" ... jajaja. Simplemente genial

    ResponderEliminar
  2. Jajaja...vaya! Además de soberbio me ha salido un jefe cabrrrrnnnnn... raro raro! Jaajaj. Un saludo, Perro.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...