sábado, 26 de noviembre de 2011

Conversaciones con el stress

“No hacer nada te deprime, hacer mucho te estresa, estar en el medio es como destreza." Pablo B.

En un lugar de trabajo cualquiera… Alberto, Silvia y Nacho discuten y se quejan de las mismas cosas de siempre…

Alberto- ¡Ya estamos otra vez! Un pedido de algo que tenemos en stock y de plazo me dicen 10 días!
Silvia-     Pues ya sabes, a aguantar al cliente 10 días reclamando que le sirvas el pedido..
Nacho-   Debe ser que ha pedido varias cosas, y no estará todo hasta dentro de 10 días..
Alberto- Que no hombre que no!! Que solo ha pedido esto, para una vez que se le puede enviar sin problemas..
Silvia-     Pues entonces te han dado el plazo sin mirar, o se han equivocado de referencia.
Nacho-   Si es que cuando no es un pito es una flauta!
Alberto- Y luego vendrá quien yo me sé con las rebajas, preguntando por qué hay tantos pedidos pendientes!
Silvia-     Es que entre lo que está y no se puede enviar y lo que no está y no dan ningún plazo, pues ya me dirás!
Nacho-   No os preocupéis! Murphy acecha en todas partes, ya sabéis que si algo puede salir mal, saldrá mal.
Alberto- Menos Murphy y mas atención! Si se fijaran en su trabajo no habría tantos problemas, no hacen más que pifiarla!
Silvia-     Si, dicen que es por las prisas, pero cuando no hay tanta prisa también la lían.
Nacho-   Pero como no van a liarla, si la mitad son nuevos y no tienen ni idea, a la que uno empieza a saber como funciona el cotarro lo tiran a la calle…
Alberto- A mi eso me da igual, lo que no es normal es que te digan “A” y luego es “B”.
Silvia-     Pues yo voy a hacer lo mismo, me voy a equivocar también, siempre repaso mi trabajo pero luego tampoco nadie se fija.
Nacho-   ¿Y quien se va a fijar?
Alberto- La verdad es que si lo haces bien no se fijan, pero como te equivoques ya verás si se dan cuenta!!!
Silvia-     Pues ya estoy harta, me dejo la piel en hacerlo lo mejor posible y ya ves para lo que me sirve, ni las gracias.
Nacho-   Pero acaso os creéis que hay alguien mirando si haces bien la faena?
Alberto- Déjate algo por hacer y verás!!   Más vale tener al cliente satisfecho y evitarte llamaditas indeseables.
Silvia-     De todos modos no hace falta que hagas algo mal para escuchar sermones, porque cuando viene enfadado da igual lo que sea, que la brasa te la da por algo.
Nacho-   Yo creo que no se fijan en nada, no saben si vas a reventar de faena o te los estás tocando, mientras nadie los presione van a la suya, y si alguien les reclama algo, entonces tocan las narices.
Alberto- Las narices me las tocan a mi cuando voy a tope, y me piden un informe de no se qué para una reunión de no se cuanto
Silvia-     Si, a veces piden cosas que no sé para que sirven, y tú con un montón de trabajo por hacer.
Nacho-   Es que esas reuniones son vitales para el buen crecimiento de la empresa, hay que ver que desconsiderados sois!!
Alberto- No me convencerás nunca!  Antes todo el mundo arrimaba el hombro, y la faena se hacía entre todos.. Ahora hay un remero, por no decir ramero, y 10 capitanes de barco!.
Silvia-     Tantos informes y estadísticas espero que sirvan para algo porque a mi me dan mucho trabajo!
Nacho-   Pues yo a veces me invento algún dato, si no lo sé, pues pongo lo que me parece, a veces me han “pillao”, pero la mayoría no.
Alberto- Pues yo si no lo sé lo dejo en blanco, que no quiero oírlos, y que anoten ellos lo que les venga en gana!
Silvia-     Yo lo que estoy es cansada de “plegar” tarde para terminar las cosas, menos mal que tengo a quien me recoje al niño.
Nacho-   Pues si te quedas es porque quieres, porque nadie te obliga!
Alberto- Yo ya no pienso quedarme, lo tengo claro, si ellos no saben organizarse no es mi problema.
Silvia-     Me quedo porque nadie me hace la faena, y sino la acabo, mañana es empezar con problemas.
Nacho-   Ya sé que es difícil irse y dejarse cosas a medias, luego te agobian a preguntas, pero ¿es que es culpa mía que haya mucho trabajo?
Alberto- No nos van a poner a nadie para que nos ayude, ya lo sabes, el otro día lo volvieron a decir.
Silvia-     Si, ayuda no, ni ayuda ni dinero, pero bien que te piden que hagas un esfuerzo cuando es necesario, un esfuerzo que dura todo el año.
Nacho-  Ellos juegan con el miedo que tenemos a perder el trabajo, o te esfuerzas, o hay mil personas en el PARO esperando coger tu puesto.
Alberto- Son unos cabrones! No tienen otra palabra, a ver si en Navidad me toca la Lotería y les hago un buen “corte de mangas”.
Silvia-     Yo creo que aunque me toque la Lotería tendré que seguir viniendo a trabajar, que tengo una hipoteca por pagar que no se la deseo a nadie.
Nacho-   Que el trabajo dignifica al hombre!! Es que no lo sabéis?  Yo vengo pero no voy a dejar pasar todo lo que dejo pasar ahora!
Alberto- Eh! Agua! Que viene el jefe..
Silvia-     ¿Ya están de la reunión? Uf! uf!
Nacho-   Pues yo me voy al lavabo que no me aguanto!


Bendito Stress! No poder hacer lo que de verdad querrías hacer, no poder terminar el trabajo porque curiosamente siempre es más de lo que puedes hacer, y no poder quejarte porque pones en riesgo tu fuente de ingresos económicos. En los pasillos siempre se habla de lo mismo, pero luego normalmente nadie comenta eso a su jefe abiertamente, cambiándolo todo por la técnica del “peloteo”. En realidad es un poco como estar en casa, el hombre no puede hacer lo que querría hacer, la mujer siempre tiene más faena de la que espera, pero nadie se queja abiertamente para no poner en riesgo la relación, utilizando mejor ese otro recurso que es adularse cuando la ocasión lo requiere. Bendito Ego!

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