jueves, 30 de agosto de 2012

Conversaciones con la desgracia

“Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad.” (François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.)

“Sólo el infortunio puede convertir un corazón de roca en un corazón humano.” (Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés.)

“Las desgracias más temidas son, de ordinario, las que no llegan jamás.” (James Russell Lowell (1819-1891) Poeta y escritor estadounidense.)



-         Hola cariño, ¿Cómo te ha ido el día?
-         Muy bien, gracias. ¿Y a ti, que tal te ha ido a tí?
-         Normal, como siempre.
-         Pues vale. ¿Sabes, a veces pienso que te preocupas innecesariamente?
-         ¿Qué quieres decir?
-         Pues que me preguntas como me ha ido el día, y normalmente no sucede nada especial, y si sucede, te lo contaría aunque no me preguntes. ¿Te preocupa algo especialmente?
-         Pues no, considero que es bueno preguntar como estás, nada más.
-         Ya, pero que si me pasa algo yo te lo cuento, de verdad…
-         Pues vale! Es que a mi si me gusta que me preguntes.
-         Y siempre que te pregunto me dices que no pasa nada especial….¿No es mejor que me cuentes tú lo que te parezca apropiado?
-         Si y no, cuando me preguntas me estás demostrando que te preocupas por mi, sino lo haces, significa que no te preocupas.
-         ¿Pero como puedes pensar así? No es cierto. Yo estoy muy pendiente de ti, simplemente prefiero no perder el tiempo hablando de nada, y te rogaría que cuando te pase algo me lo cuentes sin ningún tipo de problema.
-         Y como estoy segura de lo que dices, ¿Cómo sé si te preocupas por mi si actúas igual que si no te preocuparas?
-         Cariño, no puedo estar continuamente en todo momento demostrándote cuanto me importa que estés bien, no haría otra cosa, necesito que confíes en mi y que me creas, el hecho de que no te pregunte no quiere decir que no me preocupe.
-         ¿Pero tanto te cuesta preguntarme?
-         ¿Te has preguntado tú si tienes miedo a que te pase algo? Cariño, de verdad que no considero que haga falta tanto.
-         ¿Miedo yo a que me pase alguna cosa? ¿Cómo qué?
-         No sé, dímelo tú.
-         No hay nada que me de especialmente miedo.
-         Pues yo diría que si, que te obsesionas con que te va a pasar algo malo.
-         ¿Y en que te basas para pensar así?
-         Bueno, no te enfades, pero por ejemplo no cruzas una calle que no sea por el paso cebra. Cumples todas las normas de tráfico perfectamente. La salud es lo primero, comer bien también lo primero, gastar te gusta pero te cuesta, tienes mucho miedo a arruinarte, te obsesionas con las compras con descuento, con las rebajas, con los chollos. Diría que te preocupa extremadamente el dinero y tu salud.
-         Ah! ¿Es que a ti no te parece normal preocuparse por esas cosas?
-         Si, claro, pero no hasta el extremo de causarme stress como noto en tí.
-         Pues me parece muy mal lo que me estás diciendo, ¿acaso eres tú más irresponsable de lo que yo creía?
-         No te enfades cariño, perdona, solo quiero que te des cuenta que exageras un pelín, a mi modo de ver, y para nada me considero un irresponsable como tu me ves, simplemente no pienso en que nos vaya a pasar algo malo, no pienso en que me quedaré sin trabajo, o sin coche, o sin algo importante de mi vida. ¿Por qué debería pensar eso?
-         Tendrías que cuidar más de las cosas, por si acaso, mantenerlas no cuesta mucho, comprarlas nuevas si. En el trabajo hay que cumplir y ser puntual, y así evitar que alguien decida que no eres un buen trabajador.
-         Vale, no sufras, intentaré cuidar mejor de las cosas y mi relación laboral, pero de verdad, no te preocupes tanto que no va a pasar nada malo, de verdad!.
-         ¿Y cómo puedes estar seguro de que no pasará nada malo?
-         Pues no sé, simplemente lo sé, tengo la intuición de que no pasará nada malo.
-         ¿Y me tengo que fiar de tu intuición?
-         Pues si cariño, pero además deberías de hacer algo para dejar de preocuparte tú por que vayan a venir problemas, que si llamas al mal tiempo, vendrán.
-         Mira, no entiendo lo que me estás diciendo, a mi lo que me parece es que tú eres muy despreocupado, y eso no me parece bien.
-         Tranquila cariño, no pasa nada, te prometo que el seguro no se queda sin pagar y la llave de la puerta de noche no se queda sin echar, no hay nada que pueda pasar.
-         Ok. Eso si me gusta oírlo.
-         Aun así, te diré una cosa cariño, yo si me preocupo, sólo que tengo confianza o fe en la vida, llámalo como quieras, y eso me hace estar tranquilo. No podría vivir pensando continuamente que alguien entrará en casa, o que va a pasar cualquier cosa fatídica. ¿Tú piensas en esas cosas?
-         Yo si. Quizás por eso me preocupo más que tú.
-         ¿Y por qué crees que tiene que pasar algo, por qué desconfías tanto?
-         Dicen que mas vale prevenir que curar.
-         Si cariño, pero también es cierto que tu te agobias y te stresas con todo esto, y eso te genera problemas de salud y un sin vivir que no es nada bueno.
-         Bueno, es lo que tú piensas.
-         Si.
-         Vale. ¿Dejamos ya el tema?
-         Lo que tú digas cariño!


La desgracia es un miedo inconsciente muy poderoso, es miedo a no sobrevivir, es creerse que me arruinaré, o que sufriré una enfermedad grave, que me lo robaran todo o que pasaré hambre. Es un miedo que la mente genera por encontrarse en una fase muy pesimista que roza el victimismo. El origen es una autoestima muy baja en las propias capacidades de la persona, lo que se traduce en una total desconfianza por todo y por todos. Se da en personas que se sienten muy vulnerables y desprotegidas y cuya realidad les abruma.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...